Es el área de la odontología dedicada a la salud bucodental de bebés, niños y adolescentes (hasta los 15 años). La práctica comienza durante el embarazo, orientando a la futura madre en el cuidado de la salud bucodental y continúa con el seguimiento del bebé. Esta especialidad proporciona al niño su primer contacto con el dentista, y sus principales objetivos son los tratamientos preventivos, la educación y la motivación para la higiene bucodental, permitiendo que el niño llegue a la edad adulta con un estado bucodental saludable, tanto funcional como estéticamente. La primera dentición, a pesar de ser temporal, es tan importante como la dentición definitiva, ya que permite un correcto desarrollo de la capacidad del habla, de la masticación, del mantenimiento del espacio y de la alineación de los dientes definitivos, y también es importante en el desarrollo de la autoestima del niño y de su relación con los demás.

El éxito del tratamiento odontopediátrico no depende sólo de su correcta realización, sino también de la postura y actitud positiva de los niños y sus cuidadores, durante y después de la finalización del tratamiento. Por eso, es importante el control y seguimiento periódico del niño por parte del dentista, así como la intervención y supervisión de la higiene bucal por parte de los padres.