En los últimos tiempos, los cambios culturales, socioeconómicos y tecnológicos han transformado la forma de alimentarse en todo el mundo. Estos cambios han dado lugar a hábitos poco saludables que conducen a problemas como la hipertensión, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y la obesidad, debido al consumo excesivo de productos industrializados y al uso de aditivos químicos. Ante esta preocupante situación, los nutricionistas tienen un papel fundamental para cambiar esta realidad.